Cada mujer es única, y los síntomas que puedas sentir asociados a tu ciclo menstrual pueden ser completamente diferentes a los que pueden sentir otras mujeres que conozcas. La duración, la intensidad y la naturaleza (física, psicológica o combinación de ambas) de la sintomatología también depende de cada mujer. En este post, trataremos de profundizar un poco más sobre el síndrome premenstrual para ayudarte a saber qué hacer en estos casos.
Antes de continuar con la lectura de este post, te recomendamos que leas previamente el anterior: “¿Qué es el síndrome premenstrual?”.
HIPÓTESIS EXPLICATIVAS
Con respecto al origen del Síndrome Premenstrual (SPM) y del Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) existen diferentes hipótesis explicativas. Algunas teorías, se centran en el funcionamiento hormonal y señalan que las causas tendrían que ver con un desequilibrio entre los estrógenos y la progesterona. Otras teorías, relacionan estos conjuntos de síntomas con una respuesta anormal del organismo ante alteraciones de neurotransmisores como las betaendorfinas. También existen hipótesis explicativas que sitúan el origen del SPM en factores relacionados con la nutrición.
Actualmente, el campo de la investigación sobre el origen del SPM y del TDPM está en desarrollo, no existe ninguna hipótesis que por sí sola explique las causas. Ahora bien, todas estas hipótesis señalan la influencia del componente psicológico. De esta manera, explican que determinados factores emocionales como el estrés o a la carga emocional pueden favorecer el desarrollo del SPM y del TDPM.
NUESTRAS RECOMENDACIONES DE AUTOCUIDADO
Nuestra principal recomendación, como te indicamos en el post anterior, es que ante síntomas que interfieran en el desarrollo de tu día a día o que no desistan tras el inicio de tu periodo menstrual, consultes a profesionales. Por un lado, a tu médico y, por otro, a un psicólogo. Cada uno te ayudará a abordar tu sintomatología desde su área de intervención.
En GAMMA psicólogos somos psicólogas especialistas en ansiedad en mujeres y depresión. Podemos ayudarte con tu sintomatología emocional asociada a SPM o TDPM.
Cabe destacar también que poner el foco en aprender a relajarte y a cuidar tus emociones puede ayudarte con algunos de tus síntomas. Por ejemplo, practicar ejercicios de respiración profunda, yoga, escuchar música relajante o llevar a cabo cualquier otra actividad que tu asocies con relajación o con tener un espacio para ti en el que te puedas escuchar y cuidar. “Relajación a través de la respiración”, “Higiene del sueño” o “Cómo lograr estar en calma”, son algunos de nuestros posts anteriores que creemos pueden interesarte.