Como comentábamos en el post anterior, el final de cada año para muchas personas es un punto de inflexión: se cierra un ciclo y se abre uno nuevo. Muchos aprovechan para hacer un repaso del año que acaba (con los objetivos alcanzados y los que no se han conseguido) y para proponerse metas a alcanzar en el año que comienza: los propósitos del año nuevo.
Si bien parece importante conseguir los objetivos que nos propongamos, más importante resulta aprender a plantearlos de una manera sana y realista. Además, es fundamental por otro lado, desarrollar una sana gestión emocional de lo que suscita tanto la consecución de objetivos como los intentos fallidos.
CLAVES PARA CUMPLIR NUESTROS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
Ser Realista
En primer lugar, cuando nos planteamos un objetivo tiene que ser realista, es decir, tenemos que haber reflexionado previamente acerca de la disponibilidad, los recursos y las limitaciones con las que contamos a la hora de poder caminar hacia ese objetivo. Plantearnos una meta que esté fuera de nuestro alcance, al menos en el momento actual, solo derivará en emociones como frustración, rabia o sentimientos de culpabilidad.
Objetivos específicos
En segundo lugar, transformar objetivos generales en objetivos específicos también puede resultar de ayuda. Consiste en concretar con el mayor detalle posible estas metas a alcanzar. Por ejemplo, si tenemos un objetivo general como “estar más en forma” un objetivo específico puede ser “apuntarme mañana a este gimnasio”.
Submetas
En tercer lugar, para facilitar la consecución de nuestros objetivos específicos podemos dividirlos en varias submetas. Conseguir una de estas submetas es como subir un escalón que nos aproxima al piso de arriba que es nuestro objetivo final. Esta división en pequeños objetivos o submetas ayuda a percibir más alcanzables los objetivos globales.
Organización
En cuarto lugar, organizar a nivel espacio-temporal los objetivos estableciendo tiempos estimados y fechas para las distintas submetas puede ayudarnos a no procrastinar y también a ver si nuestros objetivos son realistas.
Para descubrir en qué consiste la procrastinación y cómo se puede gestionar para caer menos veces en ella, te invitamos a leer uno de nuestros posts anteriores: “Claves para dejar de procrastinar”.
Aceptación
Por último, resulta fundamental adoptar una actitud de respeto y comprensión hacia nosotros mismos, pudiendo aceptar nuestros errores o nuestras dificultades sin juzgarnos severamente ni criticarnos de una manera destructiva.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda al plantearte tus propósitos de año nuevo.
¡Feliz año nuevo!