Si te encuentras leyendo este post es posible que sea porque te hayas sentido identificada con el título (“¿Por qué nos cuesta poner límites?”). A través de estas líneas tenemos la intención de ayudarte a comprenderte en esta dificultad. Darte cuenta de lo que te puede dificultar el desarrollo y el mantenimiento de los límites en tu interacción con los demás te puede servir de gran ayuda precisamente para comprenderte en esta dificultad y para tratar de crecer en esta área que es la de la asertividad.
¿QUÉ ES LA ASERTIVIDAD?
Ya en algunos de nuestros posts anteriores hemos hablado de este concepto, por ejemplo, en los siguientes: “Asertividad y habilidades sociales” y “Asertividad: Clave en nuestra Autoestima”. Te recomendamos su lectura para ampliar tu información sobre el concepto de asertividad.
La asertividad es un estilo de comunicación a través del cual quien lo practica, por un lado, se respeta a sí mismo porque dice de una manera clara y directa a su receptor lo que siente, piensa, desea o necesita y por otro, también respeta a la persona hacia la que se dirige porque su transmisión de la información además de directa es respetuosa.
¿QUÉ SON LOS LÍMITES?
Los límites son líneas reales o imaginarias que delimitan el contorno de un cuerpo u objeto o la separación entre dos entidades diferentes. Estas líneas también suelen marcar un punto que no debe ser sobrepasado o que no puede sobrepasarse.
Cuando los límites son físicos, suelen estar más claros, son más visibles. En cambio, los límites emocionales pueden resultar más confusos, más difíciles de ver y establecer.
5 MOTIVOS POR LOS QUE A LO MEJOR NO PONES LÍMITES:
- Sientes miedo al conflicto
- Te da miedo sentir un posible rechazo y/o abandono
- Crees que eres omnipotente, que puedes con todo y te cuesta ponerte límites también a nivel interno (“para qué le voy a molestar si a mí no me cuesta nada, estoy acostumbrada…”). Lo cierto es que no eres omnipotente y sientes que tu cansancio y malestar se va acumulando.
- Sientes que tu autoestima es más bien baja y desde ahí consideras que no tienes derecho a defender y expresar tus ideas, deseos, necesidades…
- Te resulta difícil manejar emociones como rabia o enfado tanto cuando se trata de emociones propias como de emociones sentidas por la persona con la que interactúas.
5 PUNTOS CLAVE POR LOS QUE RESULTA FUNDAMENTAL QUE PONGAS LÍMITES
- “Tú eres tú y yo soy yo”. Al poner límites te diferencias del otro y te percibes y te perciben como una persona autónoma con una esencia propia.
- Si aprendes a poner límites tomas las riendas de tu vida, de tu mundo emocional, de lo que piensas y de tus decisiones.
- Trabajar en poner límites de una manera sana es esforzarse también por mejorar la propia autoestima.
- Si pones límites te das permiso para decir “no”, o “hasta aquí”, o “esto sí lo quiero”, o “preferiría esto otro”. Puedes reconocer lo que quieres hacer y lo que no.
- Aprender a poner límites te puede ayudar a delimitar y respetar tu intimidad. A tener un espacio personal privado que te pueda ayudar a auto-regular también tus emociones.
6 POSIBLES CONSECUENCIAS DE NO PONER LÍMITES
- Dificultad para diferenciar tus emociones, necesidades, opiniones y deseos de los de los demás. Por tanto, dificultad para reconocer tu propia identidad.
- Sensación de descontrol sobre tu propia vida. Son los demás los que terminan tomando decisiones por ti.
- Tendencia a depender emocionalmente de algunas personas.
- Baja autoestima. Te puedes sentir insegura, con dificultad para confiar en ti misma.
- Dificultad para distinguir entre lo que quieres y lo que no quieres.
- Puedes sentir que tu espacio personal se encuentra habitualmente invadido o que prácticamente no existe.
¿CÓMO EMPEZAR A PONER LÍMITES?
- Identifica situaciones de tu día a día en las que sientas que el otro cruza determinadas líneas que preferirías que no atravesara y reconoce internamente cómo te sientes.
- Resulta importante tener en cuenta que es compatible querer, compartir o procurar ayuda con el establecimiento de límites personales y con la delimitación de un espacio de intimidad personal.
- Trata de decir lo que piensas o sientes con respeto pero con firmeza, de una manera clara y directa. Trabajar en este estilo de comunicación asertiva es trabajar en ser congruente contigo misma y poco a poco te puede ir procurando la sensación de que te estás respetando, de que estas ampliando la confianza en ti misma y cuidando tu autoestima.
- Es posible que las primeras veces en las que te decidas a expresarte y poner un límite a un ser querido sientas cierto “ruido” interior. No te preocupes, es natural, estás aprendiendo a poner límites y este “ruido” de culpabilidad o preocupación puede ser un indicador de que estás esforzándote en crecer a nivel personal.
En GAMMA psicólogos contamos con gran experiencia dentro del campo de la autoestima y de la asertividad y las habilidades sociales. Si te interesa aprender más acerca de la gestión sana de los limites ponte en contacto con nosotras. En GAMMA psicólogos podemos ayudarte a través de un proceso psicoterapéutico o a través de alguno de nuestros talleres de crecimiento personal.