¿Cuántas personas creéis que son capaces de infligir un daño casi mortal a otra persona, sólo por el hecho de que se lo ordenen?

 

Recuperamos aquí un clásico experimento de la psicología social, para reflexionar sobre el poder de la obediencia y la toma de conciencia de nuestra responsabilidad personal en cada una de las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida.