En este post vamos a describir las características principales de las fases de los procesos de duelo por ruptura sentimental y algunos recursos de afrontamiento que te pueden ayudar a transitarlas y a superar una ruptura sentimental, si es el caso.
Consejos para superar la ruptura en cada fase del duelo
Fase de Negación
La primera fase que puedes atravesar tras la ruptura con tu pareja es la de la negación. Este mecanismo de defensa se activa por el impacto emocional que te ha podido causar la ruptura. Puede que sientas una sensación de incredulidad o irrealidad con respecto a lo ocurrido (“no me lo creo, esto no me puede estar pasando a mí”). Tenderás a negar(te) que tu pareja y tú ya no estáis juntos e incluso es posible que actúes como si no hubiera tenido lugar esta ruptura. También, en esta fase, puedes sentirte emocionalmente “congelado” (“no siento nada, estoy como en shock”).
Todo lo que estamos señalando dentro de esta fase es completamente normal, forma parte del desarrollo sano de un proceso de duelo. De hecho, transitar esta etapa de negación te puede ayudar a tomar cierta distancia inicial con tu dolor hasta que lo puedas ir sintiendo y elaborando.
Como comentábamos en el post anterior, es importante tener en cuenta que tanto el desarrollo de esta fase como el del resto, se va a ver muy influido por las circunstancias concretas en las que ha tenido lugar vuestra ruptura.
Cómo superar esta fase?
Para poder trascender esta fase, es importante que puedas llegar a tomar conciencia de la realidad, es decir, de la ruptura y de la ausencia. Pasar un tiempo sin conectar con tu expareja te puede ayudar. Recoger objetos o fotografías que te recuerden a él o a ella también te puede situar en procesar la realidad de la ruptura y de la ausencia. Ahora bien, hay situaciones en las que estar un tiempo sin conectar con tu pareja se torna complicado, por ejemplo, si hay hijos en común, propiedades, mascotas… o si se trabaja en el mismo lugar o incluso se posee un negocio en común. Es posible que te sientas identificado con alguna de estas circunstancias y, si es así, nuestra sugerencia general sería que procuraras comunicarte de una manera asertiva, tratando los temas que sean estrictamente necesarios, sin entrar en reproches o en hablar de vuestra relación.
Fase de Rabia
En la segunda fase de tu proceso de duelo, sentirás emociones como rabia, enfado, ira y culpa. A pesar de que la sociedad tiende a hablar de estas emociones como de “emociones negativas”, lo cierto es que es completamente sano y natural sentirlas. De hecho, es muchas veces el primer paso para superar una ruptura sentimental. Puede ser tanto hacia tu pareja u otras personas implicadas en la ruptura como hacia ti mismo. Es frecuente que exista la necesidad de encontrar una explicación o “culpable” al desenlace de vuestra relación pero, al igual que ocurre con las otras cuatro fases, permanecer en esta durante demasiado tiempo no es sano.
Es importante que puedas darte permiso para sentir estas emociones, aceptarlas y expresarlas. Por ejemplo, si la ruptura ha tenido lugar tras descubrir que tu pareja te ha sido infiel, es posible que te sientas traicionado y conectes con una sensación intensa de rabia. Expresar estas emociones de una manera sana, como puede ser la de hablar con personas de confianza sobre lo que sientes, golpear un cojín, escribir, dibujar, cantar, bailar o hacer algún tipo de ejercicio mientras “sueltas” la sensación de enfado, puede ayudarte a elaborarla y a evitar que sientas un bloqueo en esta fase.
Fase de Negociación
En la tercera fase de tu proceso te encontrarás en la denominada negociación. En esta fase, es posible que te descubras pensando, de una manera incluso obsesiva, en cómo se desarrolló la ruptura o en cómo fueron los últimos momentos juntos. Puede que trates de recrearlos mientras imaginas qué habría pasado si tú o él o ella hubierais hecho las cosas de otra manera. Por ejemplo: “si yo hubiera dedicado menos tiempo al trabajo quizá mi pareja no me habría sido infiel”.
En esta fase, es posible que conectes también con miedo a los cambios que implica la ruptura. Es natural, una ruptura supone también incertidumbre y necesidad de adaptación, por lo que es también importante que te des permiso para sentir miedo.
Fase de Tristeza
La cuarta fase es la de la tristeza, la angustia, el dolor. En esta fase conectarás con la realidad de la ruptura, con que ya no tiene cabida volver atrás y retomar la relación. Puedes convivir con síntomas depresivos como tristeza profunda, desesperanza, dificultad para satisfacer tus necesidades básicas, desilusión… Estas emociones también forman parte de una respuesta natural ante una ruptura, no tienes por qué estar desarrollando una depresión. Al igual que ocurre en el resto de fases, es importante que puedas expresar lo que sientes para canalizar tu dolor y no bloquearte en esta fase.
Mientras vayas haciendo, poco a poco, tu digestión del dolor, irás integrando la ruptura y comenzarás a reconectar con tu capacidad de disfrutar y de ilusionarte. Entrarás en la última fase del duelo:
LA ACEPTACIÓN
En ella, aceptarás que la relación se terminó y que tu crecimiento personal depende de ti y no de tu expareja ni de retomar la relación con él o ella. En este punto, podemos afirmar que has logrado superar la ruptura sentimental.